lunes, 21 de febrero de 2011

En Búsqueda de la Felicidad... Part.2

En la pos-modernidad,  hemos desarrollado un mundo categórico. Lleno  de elites marcadas, de status y condiciones sociales exclusivas o mejor dicho excluyentes; Marchantes  del amor compartido(casa de huéspedes) donde  nadie nos satisface; redes sociales virtuales  que en  un bien positivo de favorecen la comunicación interpersonal (acercan fronteras) ,  lo alejan  día a día  de la realidad objetiva que nos hace “ser lo que somos”  animando al usuario a convertirse   en la cara de un libro que puedes hojear  y elegir por interés, ¿interés?; Antros de noche que “liberan”  al hombre en un  connotado   ritual  libidinoso . Entre tantas listas que hacen al catalogo


El Gran Catalogo (ego-alimentario)


Inmerso  en una  cultura tercer-mundista, que es sin duda   mi marco de referencia que me permite ver una gran proyección de lo que se está viviendo alrededor del  globo terráqueo.  Si hiciéramos  una comparación entre las posibilidades  de elección de una persona de este siglo y de una persona del siglo pasado, encontraríamos que la capacidad de elección de una persona del siglo pasado posiblemente estaba disminuida (empobrecida)  por las pocas  opciones  de “adquisición”;  para  una  persona que  ha nacido o brincado a este nuevo milenio ha encontrado una gran variedad  de opciones que  multiplican  su grado de satisfacción y  no solo por aquello  que implique  poseer  un bien material sino también aquello que alimenta efímeramente los sentidos del ser. Buscando en cada una de ellas  satisfacer la incesante  llamada a la  felicidad; que ha encontrado al hombre como presa fácil de su propio Yo. ¿Acaso es más libre el hombre de ahora?  O  ¿Es acaso que  ha convertido su pasado experimental en un futuro generoso?  Apostaría a que ninguna de las dos. El nuevo siglo  propone una perspectiva muy diferente  a la de sus antecesores,  una especie  de concepción de la felicidad en la que sin saber a concentrado su atención,  esta concepción la  he llamado el  "Gran Catálogo"  una visión filosófica que revela del hombre la debilidad por la cual no encuentra su felicidad; El hombre buscando el fin en todo aquello que solo medía la felicidad, pero que no la vuelve por ningún motivo completa,  ya que concibe a la  adquisición como su todo; viviendo  en una  inmersión   objetiva-difusa  que lo deslumbra y lo aparta fuertemente de la felicidad ; este nueva cosmovisión que ha  generado el hombre parte de la acción  del uso de este “Gran Catalogo”  -elegir varios bienes sin que uno de ellos le produzca un bien-  Convirtiéndose  día tras día en  una vivencia necesaria ; En gran parte, el hombre desconoce el por qué de su obsesión y considera que mientras más contacto tenga con el catalogo, más cercano estará de la perfección. En este  proceso de asimilación que dirigirá consciente o inconscientemente  como "FELICIDAD", viéndose fuertemente involucrado y comprometido de manera sentimental con el Catalogo.



.... (Búsqueda de la Felicidad Part.1) Cuando Adquirí los discos de mi artista favorito en los tiempos de mi adolescencia vi  prender  en ese momento a mi  sensor de la emotividad, que  me marcaba a través de  una sensación de: dicha y  satisfacción.... sin conocer el  concepto de felicidad,  me  comportaba como si lo supiera:  Yo soy feliz,  Yo y nadie más podía compartir en ese preciso momento un instante de mi felicidad por lo que en ese momento he adquirido.  Pero, ¿Y si nunca hubiera adquirido la discografía? ¿Qué sería de mí? ¿Viviría frustrado en mi presente?... pues no, pero quizá la experiencia de lo sucedido me dejo una lección, una lección  en donde veo los elementos del catálogo como pobres aspiraciones que  realmente más que para lo que son. 

El Genio del Gran Catalogo.

La oficina creativa que hace posible esta mafia de explosión de sueños en una realidad limitada (por la manera en que sea vendido la experiencia de la Felicidad) es ni más ni menos que el alto EGO, es ahí en donde  se maquilan los  sueños creados por estimulación, algo así  como paquetes de satisfacción personal, en donde  mientras más obtengas de beneficio propio, más efectivo y adictivo será. ¿Suena tentador, no?



 Pero, cuando hablamos de felicidad,  el EGO siempre deseara obtenerlo todo y  el YO influenciado  deseara a toda costa disfrutar, exigir, buscar y anhelar la felicidad, se aferrara tanto a esta lucha que se volverá con el tiempo tan refinado que jamás querrá llegar al fin último de la felicidad.

El Yo, no es más que un recuerdo de un puñado de pensamientos que viven apartados de la tan mencionada realidad objetiva, ya que no es ahí en donde yace la felicidad, sino en lo transcendental  que está por encima del Yo observador,  Yo fiscalizador, Yo pensador, Yo experimentador –La felicidad no puede ser permanente  en el sentido de la palabra,  ya que esta mas allá del tiempo y el espacio  y si buscamos ese deseo mismo de continuidad estaríamos corrompiendo su origen.

La felicidad no es tuya, no es mía,  la felicidad “es”.  “Es” en sentido analógico  como el mismo aire que te acaricia  y continua su rumbo; si tu lo aprisionarás para ti, el aire dejaría de ser esa fuente de frescura.  
Solo cuando logremos llevar nuestra mente mas allá de ella misma, dejando de lado las cadenas de un catalogo que  solo  sabe satisfacer el EGO-inflamado de los corazones que viven bajo los deseos de mismos  alcanzaremos el rose perfecto de la felicidad.




 

2 comentarios:

  1. Si cierto, y reconocer este estado natural de felicidad es relativamente difícil porque a la vez es tan sencillo y siempre está ahí.

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  2. Gracias Leo!!!
    tu lo has dicho, relativo a nuestra condición humana... pero tan sencillo que jamas se ha ido!
    Saludos hermano.

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