miércoles, 24 de diciembre de 2014

Él nos enseñó con su vida.



El llego a este mundo como todos nosotros, siendo un bebe indefenso, necesitado de los cuidados y atenciones de sus padres; no existía ni si quiera una posada dispuesta a recibirle el día de su nacimiento. Cuando  encontraron donde, fue un pesebre el lugar donde reposaron.

Hoy mientras participaba de otras actividades previas a la navidad pensaba e intentaba responder porque Dios quiso llegar despojado de semejante manera.  Y comencé a ver una historia paralela a este nacimiento

Imagine, si Dios hubiera llegado a este mundo rodeado de un gran ejército, dispuesto a destruir la curia romana que los sometía; haciendo justicia divina con todos aquellos que  corrompían  la ley; eliminando todo mal con la fuerza.  Creo que Dios hubiera reconquistado el mundo y su orden en poco tiempo.  Pero, ¿acaso me sería fácil entregarme a Él? , creo que no; tendría miedo al ver la violencia que se desata, aun y cuando esta fuera ocupada para hacer el bien.

Ese es el misterio de Belén,  el hijo de Dios hecho hombre nos recuerda que no debemos tener miedo;  El eligió llegar totalmente indefenso, despojado de su gloria y majestad para que fuera más fácil adherirnos a Él.

¿No les parece una locura de amor?  Cristo se hace pobre  para mostrarnos el camino con mayor claridad.  ¡Despojarse de todo! Quien podrá comprender este nacimiento sin un pesebre libre de ataduras, lleno de seguridades materiales y comodidades humanas. Este es el sentido de una navidad en Cristo. Quien es capaz de perderse de manera autentica dejara que sea El quien tome  el control  de su vida de manera total.

Hoy, después de muchos años, Cristo me ha hecho el mejor regalo. Él me enseño con su vida. Pero es preciso dejarlo “Todo” para que sea el quien nazca en nosotros. ¡Atrévete a vivirlo!

 ¡Feliz Navidad Amigos!

Guillermo Rico. 

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